UNA VISITA A GOLIAD, LUGAR NATAL DE IGNACIO ZARAGOZA
Por Mtro.
Israel Cavazos Garza
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Honrosamente invitado por el profesor Federico Berrueto Ramón, Senador de laRepública, quien por encargo del Instituto Nacional de Estudios Históricos ha escrito una brillante biografía del Gral. Ignacio Zaragoza, hice recientemente en su compañía y en la del profesor Arturo Berrueto, su hijo, una visita a la histórica Misión de Bahía de Espíritu Santo, cuna del héroe, en Texas.
Los Archivos de San Antonio
En el trayecto, dedicamos atención especial a
revisar los archivos oficiales y eclesiásticos de San Antonio, Texas, en afán
de indagar la existencia de registros parroquiales de Bahía, que sólo se
conservan en Goliad a partir de 1854.
Nada encontramos, por desgracias, ni en la
Catedral ni en otras fuentes documentales como lo son la Biblioteca del Museo
del Álamo y las Misiones de San José y San Francisco de la Espada. En el
archivo de la Catedral se logró el hallazgo de la partida de matrimonio de
Miguel Zaragoza, hermano del héroe, con María Concepción Flores (1859), así
como el nacimiento del primogénito de esta unión.
De igual manera encontramos abundantes
noticias relacionadas a la familia Seguín , (de la madre del héroe) y,
particularmente de las interesantes personalidades de don Juan N. Seguín y la
de su hijo de igual nombre, que tanto habría de participar en la vida del
vencedor de Puebla.
En Bahía de Espíritu Santo
Concluidas nuestras pesquisas en la ciudad
del Álamo, pasamos a Goliad, interesante población situada en las cercanías del
Golfo de México y a la cual quedó incorporada a la antigua Misión de Bahía de
Espíritu Santo. Ya con anterioridad habíamos escrito al párroco de Goliad,
inquiriéndolo sobre la existencia de la partida bautismal del Gral. Zaragoza.
Nos había contestado que el archivo empieza en 1854. De allí nuestro intento
por tratar de localizar los libros anteriores a dicho año en los archivos de
San Antonio.
Nos sirve de guía un anciano del lugar: don
Juan Hernández Flores, de 75 años. Con él hacemos la visita al antiguo presidio
de Bahía, edificado en 1749. Magníficamente conservado, recorta el perfil de su
torrecilla romántica y en su conjunto general se advierte latente el mensaje de
la extraordinaria labor apostólica franciscana.
La casa natal de Zaragoza
El presidio conserva vestigios de su antiguo recinto,
así como de la traza primitiva del pueblo y cimentaciones de las que fueran
casas de soldados y oficiales. El poblado desapareció al establecerse el de
Goliad, en la ribera opuesta del río de San Antonio, a donde pasaron todos los
vecinos. Quedan solamente unas cuantas casuchas de madera, construidas hace más
de un siglo y habitadas por algunas gentes que parecen resistirse a abandonar
el solar de sus mayores.
Frente a la esquina sureste del recinto del
presidio se ven los cimientos de la que, de acuerdo con la antigua tradición
oral, fuera la casa del Subte. Miguel G. Zaragoza y doña María de Jesús Seguín
y donde viera la luz Ignacio, su segundo hijo. Estos cimientos, visiblemente
restaurados por la devoción cívica popular, marcan tres pequeñas piezas; dos al
frente de la calle y una que, al parecer, sirvió de cocina. En la pieza anexa a
esta última, crece una anacua que, aunque de escasa altura, acusa los largos
años de ruina del histórico edificio.
Los padrinos de bautizo
Don Juan Hernández, nuestro guía, es un tipo
interesantísimo. Con todas las características del hombre norteño de México,
logramos captarle numerosas expresiones de su castellano arcaico, heredado del
que aprendieran sus abuelos en las misiones franciscanas.
Es excelente conocedor del pasado de Bahía,
pero acudimos, sin embargo, a otra persona que puede darnos mayores datos. Se
trata de doña Elisa Garza, anciana de 85 años, que nos recibe en una de esas
viejas casuchas de que hablamos y que surge entre el matorral que amenaza
devorar lo poco que queda de la vieja misión. Es hija de don Antonio de la
Garza quien, al de decir de otras gentes, pasaba largas horas leyendo historia
de México.
Doña Elisa nos da un dato precioso: el
bautismo de D. Ignacio Zaragoza tuvo lugar en la capilla de Bahía, y fue
apadrinado por don Carlos de la Garza, su abuelo, y por al esposa de éste Doña
Tomasita Garza. El mayor anhelo de nuestra entrevistada, es el de que su vida
se prolongue hasta las fiestas de mayo del presente año.
México-texanos patriotas
Existen en San Antonio la Asociación
Pro-Zaragoza que anualmente realiza una peregrinación cívica a Bahía, con afán
de rendir homenaje al héroe y colocar una ofrenda floral en la que fuera su
casa.
Ya en el viaje de retorno, pasamos por la
inmediata población de Beeville, donde reside don Carlos Reyes, patriota
duranguense residente allá desde 1914 y que preside la Sociedad Ignacio
Zaragoza. Nos habla con entusiasmo de los preparativos que se hacen para el
centenario de la Batalla; de sus gestiones ante el gobierno de Texas para que
fuese declarado parque nacional el predio en que viera la luz el vencedor de
Puebla y nos muestra, en fin, el fruto de algunas investigaciones realizadas
por él en torno a la figura del patricio.
Nuestra visita a la cuna del héroe deja en
nuestro espíritu honda huella de mexicanidad.
Transcripción: Jesús Adrián Cruz Martínez
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