REVOLUCIONARIOS EN SAN PEDRO GARZA GARCÍA



                                             
                                                                                                   Adrián Cruz Martínez

El 28 de abril de 1914 —4 días después de la toma de la plaza de Monterrey por las fuerzas constitucionalistas a las órdenes del general Pablo González Garza—una guarnición compuesta entre 65 y 70 hombres al mando del capitán Alfredo López Prado y pertenecientes a la columna del coronel Pablo A. de la Garza llegó a la villa de Garza García, Nuevo León —actual municipio de San Pedro Garza García—, ocupando los locales destinados a la cárcel y la escuela oficial de niños para convertirlos en cuarteles, así como el foro teatral que existía en el patio de la presidencia municipall.

De la escuela, de acuerdo al reporte dado por el alcalde Alfredo Verástegui Siller el 14 de mayo, los revolucionarios destruyeron la mayor parte de los útiles escolares, 30 carabinas de madera utilizadas para la instrucción militar de los alumnos, así como el telón y bastidores del foro teatral; pérdidas que se estimaron en más de 200 pesos. De un estante —probablemente de la presidencia— tomaron 4 o 5 pistolas de diversos calibres pertenecientes a algunos vecinos y que se encontraban en depósito. El citado alcalde señalaba también en su misiva dirigida al general Antonio I. Villarreal, gobernador y comandante militar del estado que:

[…] la Corporación municipal, no ha sido respetada ni en su persona e intereses por los Jefes Constitucionalistas que han ocupado esta plaza; pues [,] aunque estos munícipes presentaban sus credenciales a dichos Jefes, de ser miembros del R[epublicano].Ayuntamiento, no eran respetadas, obligándolos a trabajar en los cortes y acarreo de pasturas y demás servicios: que dichos jefes, entre ellos el Capitán Prado, consistió que fueran sacrificadas dos vacas lecheras pertenecientes al suscrito, además de cuatro bestias ensilladas, de las cuales pude conseguir que me fuera devuelto un caballo, para mis viajes a esa ciudad […] 1

Y aunque el caballo le fue devuelto, al llegar el mayor Antonio Quesada —de la columna del general Jesús Dávila Sánchez— mandó recogerlo, aun ante las súplicas del alcalde. La penuria en que se encontraba el erario municipal obligó al Ayuntamiento a cerrar dos de los tres planteles educativos y la escasez de víveres en los principales comercios a emitir una circular en la que el alcalde se comprometía a brindar garantías “a fin que sean evitados los abusos que sean suscitados por parte del pueblo, o soldados del Ejército Constitucional”, así como aceptar por válido el papel moneda tanto constitucionalista como huertista.2

Las preocupaciones del vecindario se incrementaron cuando la fuerza a las órdenes del mayor José D. Covarrubias abandonó la plaza el 13 de mayo, quedando sin resguardo alguno la villa. Solicitando una explicación por los abusos cometidos, el gobernador Villarreal envió un oficio a Pablo A. de la Garza, coronel en jefe de la columna de operaciones en el sur y sureste de Nuevo León del cuerpo del Ejército del Noreste, recibiendo como respuesta el 18 de mayo:

[…] que la escuela y demás departamentos ocupados para cuartel, fueron designados para este oficio por la autoridad anterior a la presente, según la averiguación que tengo hecha; pero de todos modos no se repetirá el caso en las fuerzas de mi mando, pues así lo tengo ordenado […]3

Meses antes —10 de febrero—, el general Villarreal había publicado en Los Aldamas una circular dirigida a los jefes de armas de Nuevo León, dejando claro que todos los destacamentos o fuerzas del Ejército Constitucionalista que se encontraban en edificios de instrucción pública debían desocuparlos inmediatamente “y en lo sucesivo, antes que disponer de ellos”, dar “alojamiento a sus tropas en las iglesias”.4

El cuartel general quedó establecido en la casa de la calle Hidalgo número 90, propiedad de José Saldívar, y el cual fue ocupado por el doceavo regimiento.5 Los constitucionalistas saldrán de la ciudad de Monterrey el 15 de enero de 1915  tras la ocupación villista y con ello también la fuerza que ocupaba la villa de Garza García.6


Referencias

1.- Archivo General del Estado de Nuevo León (AGENL) / fondo (f) Correspondencia de Alcaldes / San Pedro Garza García / año (a) 1914.

2.- Ibíd.

3.- Ibíd.

4.- AGENL / f. Circulares / a. 1914 y AGENL / f. Periódico Oficial del Estado de Nuevo León / a. 1914.

5.- Archivo Histórico de San Pedro Garza García / f. Actas de Cabildo / a. 1914.

6.- Cavazos Garza, I. (1994). Breve historia de Nuevo León. México: Fondo de Cultura Económica.


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