Manifiesto del Gral. Bernardo Reyes a favor de la candidatura presidencial de Francisco I. Madero ( 12 de junio de 1911)





MANIFIESTO DEL SR. GRAL. BERNARDO REYES

EL GENERAL BERNARDO REYES, A SUS CONCIUDADANOS Y A SUS COMPAÑEROS DE ARMAS:

Habiéndoseme anunciado en Europa, en el mes de abril, que sería llamado por el Gobierno para hacerme cargo de los asuntos militares del País, cuando éste se encontraba en plena lucha armada, manifesté que solo vendría a desempeñar el delicado puesto en tan graves circunstancias, si se eliminaba del poder al grupo denominado "científico", responsable de las desgracias de la República, y si se me facultaba para hacer concesiones á la Revolución que había tenido razón de ser.

Bajo el concepto de ser atendido en esto, fui después de algunos días llamado, y emprendí mi marcha con el propósito de extremar mis servicios en favor del bien nacional; fui detenido en La Habana, por orden del Gobierno Constitucional, y, tres semanas después, se me autorizó para proseguir hacia México, por el Gobierno Interino, que substituyó al del General Díaz, habiendo sido garantizado en el final de mi viaje por la misma revolución.

Así llego á esta Capital, y se me habla por mis simpatizadores, de las cuestiones políticas que agitan todavía dolorosamente a la Nación, y se piensa por algunos en presentar mi candidatura para la Presidencia.

Yo, atendiendo a que los merecimientos que da el triunfo en favor de los principios de la democracia, han señalado de manera vigorosa, la personalidad del señor don Francisco I. Madero, para el puesto indicado, y visto que cualquiera nueva conmoción en luchas electorales, es ocasionada a peligros y, de todos modos, a alejar el restablecimiento del orden y la paz, he creído que debe hacerse abstracción de mi candidatura, y que lo más patriótico en estos momentos es apoyar al Gobierno Provisional, y adunar todos los elementos sanos en favor de la causa revolucionaria; y he declarado y declaro que, por mi parte y con todos los elementos simpatizadores que me sigan, acepto la candidatura Madero para la Presidencia de la República.

Tengo la convicción de que uniendo al jefe de la revolución, todos los elementos congruentes, se le dará el poder que necesita, para encauzar las energías del País, dominando cuanto no pueda caber dentro del orden y la ley, para que al fin, tras de la lucha armada y de las desgracias de la República, resplandezca en toda su majestad la JUSTICIA: la justicia para todos los vejados, la justicia para honrar la fidelidad y el heroísmo del Ejército, la Justicia para premiar a los hombres que han aceptado y consumado sacrificios por el triunfo de la democracia, la Justicia y la garantía, en fin, PARA TODOS LOS INTERESES SOCIALES, que, en medio de las conmociones ocurridas, se sienten recelosos. Teniendo, pues, semejante convicción, creo que cumplo con un deber de alto patriotismo al obrar como obro, haciendo abstracción de todo lo que signifique provecho de grupos o de personas, los cuales deben ser inmolados en aras del bien de la República.

En estos instantes históricos se nos juzga en los grandes centros de Europa y América en un estado de descomposición social, y si, como pienso, fundado en lo expuesto, podemos presentar los mexicanos ante el mundo, el grandioso ejemplo de una reconstrucción, tan firme como noble, operada tras la agitación, honda y tremenda, en que nos hemos encontrado habremos dado la más solemne prueba de lo que es capaz el patriotismo del pueblo mexicano, fijando así para siempre nuestra personalidad nacional, a los ojos de todos los países cultos de la Tierra.

En el camino de honor, y de sacrificio si es necesario, que he marcado, y para conseguir el grandioso fin que indico, llamo a mis simpatizadores, esperando de su heroico civismo y de su alteza moral, ser por ellos acompañado en semejante grande obra, significada en el emblema de "TODO POR LA PATRIA"

México, junio 12 de 1911


B. Reyes



Fuente: El Imparcial, lunes 12 de junio de 1911

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