ECLIPSE DE SOL
Por Adrián Cruz Martínez
Las referencias más antiguas que
conozco sobre un ECLIPSE DE SOL en lo que hoy es México están en los libros de
Fray Bernardino de Sahagún (1499-1590): Códice Florentino, del año 1577.
"Cuando este acontece (el
Sol) se muestra muy rojo; ya no permanece quieto; ya no está tranquilo; sólo
está balanceándose . Se amarillece mucho. En seguida hay bullicio; se inquieta
el hombre; hay alboroto, hay trastorno, hay temor, hay llanto. Los hombres
levantan el llanto; se dan alaridos; hay gritos; hay grita; hay vocerío; hay
clamor; se tienden cascabeles. Son sacrificados albinos; son sacrificados
cautivos. Se sangra la gente; se hacen pasar varas por las orejas y en los
templos son cantados cantos floridos. Permanece el ruido; permanece la grita.
Así se decía: “Si acabase, si fuese comido el Sol, todo oscurecerá para
siempre; vendrán a bajar los tzitzimime, vendrán a comer hombres”.
Se señala también que durante un
eclipse solar o lunar las mujeres mesoamericanas embarazadas solían poner
obsidiana en su vientre o boca para evitar algún tipo de malformación.
Actualmente aún prevalece esa creencia y suelen colocarse un "seguro"
o un listón rojo en el vientre.
( Primeros memoriales f. 160 v.;
Códice matritense, RP, ff.178 r. y v., y Códice florentino, lib. VII, p.2)
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