"Fuga de Navidad" por Alfonso Reyes
Fuga de Navidad Alfonso Reyes I Hace días que el frío labra las facetas del aire, y vivimos alojados en un diamante puro. No tarda la nieve. La quiere el campo para su misterioso calor germinativo. La solicita la ciudad para alfombra de la Noche Buena. Resbala el humo por los tejados: la atmósfera, con ser clara, es densa. Los fondos de la calle truenan de nubes negras, pero en lo alto hay una borrachera azul vértigo. De día, suben las miradas. De noche, bajan las estrellas. Nada hay mejor que el cielo, de donde cuelgan ángeles y juguetes para los niños. II El ardiente pino, festejado árbol de las hadas, llena la cabeza de ínfulas y lazos, balancea en las manos unas velitas verdes, rojas, azules. Trepan por sus piernas arañas de oro y tenues creaciones de ala de insecto: figuras inútiles y vistosas, sacrificios de una sola noche, tejidos a punta de alfiler en largas veladas proletarias. La no sofisticada pobreza hace del juguete un ente vano: casi ya ni para j